Promoción de un ambiente de trabajo motivador

Las acciones de motivación diaria de los directivos a sus subordinados es vital. Los directivos eficaces destinan suficiente tiempo a animar y fortalecer la motivación de sus subordinados, lo que se refleja en su esfuerzo e interés.
Los directivos se deben preocupar tanto del estado de la productividad como del estado de ánimo de sus empleados, estos dos factores son totalmente compatibles.
La estrategia adecuada e motivación es integrante, enfatiza por igual el desempeño y la satisfacción, se consigue mediante programas integradores y sinérgicos.

Para crear un ambiente de trabajo motivador podemos trabajar sobre:

– Hágale saber a las personas que se interesa por ellas.
Conozca a cada miembro de su equipo, conozca sus metas y aspiraciones particulares. Hable con ellos acerca de su vida fuera del trabajo, especialmente situaciones que puedan estar afectando su desempeño laboral. Cuanto más conozca a las personas, más fácil le será identificar qué es lo que las motiva.

– Ayude a las personas a entender cómo su trabajo se relaciona con las metas de la empresa.
Es natural querer contribuir y marcar una diferencia en su empresa. Es por ello que es tan importante que los gerentes expliquen claramente de qué forma cada persona del equipo agrega valor al panorama total. Al explicar cómo cada miembro ayuda al avance del negocio, usted contribuye a incrementar el compromiso y la confianza.

– Asegúrese que su equipo fije metas realistas.
Las metas amplias inspiran a las personas a destacarse. Pero hay una gran diferencia entre metas amplias y objetivos visionarios. Asegúrese de que su equipo se fije metas que puedan ser alcanzadas. Generalmente la sobredimensión de metas explota cuando los empleados toman conciencia de la inutilidad de sus esfuerzos.

– Indique a las personas de qué forma se beneficiarán al tener una alta performance.
Cada vez que rendimos buenos resultados para la empresa, nuestro prestigio mejora. Las recompensas pueden consistir en una mayor compensación financiera, una invitación a unirse al club de ejecutivos, o un reconocimiento publicado en el boletín de la empresa. Depende de usted que su equipo entienda por qué mejores resultados rendirán sus frutos a corto y largo plazo en sus carreras.

– Escuche las sugerencias, opiniones e ideas. Los gerentes que no valoran lo que su equipo piensa, anulan toda motivación.
Como líder, su trabajo es fomentar un ambiente en el que las personas se sientan libres de expresarse.
Abra su mente a todas las perspectivas. Explore todos los aspectos de una propuesta antes de tomar una decisión. Esto demuestra que usted respeta los puntos de vista de todos y al mismo tiempo, genera confianza.

– Exprese aprecio y reconocimiento.
Todos deseamos ser valorados por nuestras contribuciones y eso pesa mucho más que el cheque que recibimos a fin de mes. De hecho, hay estudios que demuestran que para las personas, la aprobación y el aplauso son mucho más significativos que sus ganancias financieras. Por eso, cuando un miembro del equipo merezca reconocimiento, déselo de corazón.

– Tenga en mente que el logro en sí mismo, es un gran motivador.
Nada incentiva más la auto-confianza que la experiencia del éxito. Es un poderoso estímulo que lleva a las personas a esforzarse aún más para alcanzar logros mayores.

– Cambie de puesto a las personas que no están aportando.
Algunos líderes cometen el error de mantener en el equipo a personas que no están aportando demasiado al esfuerzo del grupo. Frecuentemente se espera que la presión del equipo los inspire a mejorar su desempeño. A veces este enfoque funciona. Pero lo malo es que la presencia de miembros vagos o perezosos, puede causar resentimiento.  A largo plazo, esto puede dañar el espíritu del equipo y obstaculizar la productividad.

Todas éstas ideas son relativamente fáciles de llevar a la práctica. Seguramente la más difícil de aplicar es la de cambiar a las personas que no están rindiendo bien y que, de hecho, pueden estar tirando abajo al equipo.
Aún así, para usted será más simple dar ese primer paso si considera esto: las personas saben cuándo su desempeño no está cubriendo las expectativas y eso debilita su auto-confianza. Reubicando a los miembros con bajo rendimiento en posiciones en las que puedan desenvolverse mejor, les levantará la moral. Al mismo tiempo, incentivará su motivación y encenderá el entusiasmo del resto del equipo.

 

Información extraída de: http://www.emprendedoresnews.com/tips/crear-un-ambiente-motivador.html